Siempre decimos que nosotros sólo ponemos una parte de lo necesario para disfrutar de unos días de descanso. El viajero pone el resto. Hay que saber relajarse y disfrutar.
Saber estar sin hacer nada es importante.
Vamos a dejarnos de fotos.
Lo mejor del jardín son las tardes, las charlas y las barbacoas. A veces lo mejor es no hacer nada y, bajo la vieja morera, simplemente, mirar al horizonte.